La imagen de un camionero conduciendo toda la noche hasta el amanecer (vivo retrato de la soledad) se alterna con una conversación nocturna entre Marguerite Duras y su joven colaborador y amante, que intentan escribrir un guión imaginándose al conductor del camión y discutiendo sobre las emociones que pretenden describir y el método para hacerlo. Dos frustraciones, la de la imaginacion creativa de la pareja y la del conductor, se ven identificadas.
Premios
- 1977: Festival de Cannes: Nominada a la Palma de Oro (mejor película).