
Cómo diseñar una revolución
La vía chilena al diseño
La vía chilena al diseño
VISUALIZANDO LA HUELLA TERRESTRE DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Imágenes suspendidas en el corazón y la memoria
Un proyecto de Francisco Medina Donoso
Ilustración infantil en la literatura danesa
En primer lugar, destacamos la versión restaurada de Canta y no llores, corazón (1925), cinta dirigida por Juan Pérez Berrocal y que compone el pequeño grupo de cintas chilenas del período silente que pueden ser vistas hoy, junto a El Húsar de la Muerte y El Leopardo.
La historia de su recuperación comienza en 1981, cuando se encontró una copia en una antigua sala de un cine de Concepción. En esa oportunidad se hizo un rescate a video U-Matic y, el 2002, se hizo un segundo rescate a video digital, versión que luego se distribuyó en DVD. El 2015 se comenzó en la Cineteca Nacional una restauración digital cuadro a cuadro, siendo la primera restauración completa que se hace en Chile de un filme de ese período (1896-1933). En esta versión, además, se recuperaron los tintes originales de la película y, finalmente, se obtuvo un nuevo negativo en 35mm para conservación y una copia digital para difusión.
Lo mismo con Andes Films (1922-1932), productora con sede en Santiago, que además de realizar películas como El Húsar de la Muerte, también tenía su propio noticiario. Algunos fragmentos de estos quedan ahora en línea.
Y junto a ello, el documental Jardín Zoológico Nacional (1951), de Jorge Infante, y otro centrado en los troleys que recorrían Santiago en 1974, realizado por un curso de la Escuela de Periodismo de la Universidad Católica.
Finalmente, también queda a disposición el filme Imagen Latente (1987), dirigido por Pablo Perelman. Fue prohibido por la dictadura militar, ya que se centraba en un fotógrafo que buscaba rastros de su hermano Detenido Desaparecido. Recién pudo estrenarse una vez terminada la dictadura.